Os presento a mi muñeco.

Este es mi muñeco, si mi bonito muñeco. Duermo con él, voy a la compra con él, hago deporte con él...

Si yo apareciera en la televisión con semejante engendro y diciendo que siempre voy con él, imagino que mi familia se plantearía seriamente incapacitarme. Pues eso me ocurre con Rebeca, que no me creo el rollo de la muñeca. Vale que todos tenemos algún objeto al que le tenemos especial cariño pero lo del rollo muñeca me da que no es ni normal ni real. Además dice que tiene problemas para relacionarse y que por eso se refugia en su muñeca.

Seamos serios, se supone que los concursantes de Gran Hermano pasan una batería de pruebas psicológicas para detectar a cualquier persona que por su carácter no pudiera estar en un encierro aunque sea voluntario. No me creo entonces que esta cándida mujer que se llama Rebeca haya pasado por semejante filtro con la pedrada que tiene encima o una de dos ha entrado por zumbada directamente o por que realmente esta haciendo el papelón del siglo.

Cambiando de tema, los del casting de Gran hermano tendrían que haber tenido en cuenta las voces de los concursante al igual que el físico (es obvio que a los feos no los han cogido) por que para seguir GH a veces es necesario quitar el volumen por que tus tímpanos pueden sufrir lo indecible con el chorro de voz de Pilarita, Melanie, Arturo, etc.

Por ahora, en lo que llevamos de concurso creo que los mejores concursantes están en la casa espía por el grupo de pseudopijos de la casa 11 aburre.